PSICOLOGÍA
SOCIOLOGÍAGENERAL
UNERG – MEDICINA CALABOZO 2010
LA PSICOLOGÍA Y SU APLICACIÓN EN MEDICINA NO ES UNA ASIGNATURA MÁS:
ES PILAR FUNDAMENTAL, COMO LA CLÍNICA MÉDICA Y LA CIRUGÍA
EN TODOS LOS PERIODOS DE LA HISTORIA Y EN TODAS LAS CULTURAS SE HA RECONOCIDO EL PAPEL DE ASPECTOS PSICOSOCIALES EN EL PROCESO SALUD- ENFERMEDAD
LOS ESTUDIOS DE MEDICINA DE LA UNERG CONTEMPLAN 5 CURSOS DEDICADOS A LA SALUD MENTAL:
1) ANTROPOLOGÍA
2) PSICOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA
3) PSICOLOGÍA MÉDICA
4) PSICOPATOLOGÍA
5) PSIQUIATRÍA
ESTE DISEÑO CURRICULAR REVELA LA IMPORTANCIA QUE DA LA UNERG A LA SALUD MENTAL
LA IMPORTANCIA DADA A LOS ESTUDIOS DE SALUD MENTAL DERIVA DEL HECHO DEMOSTRADO (OMS) QUE LOS FACTORES ASOCIADOS AL COMPORTAMIENTO –estilos de vida- ESTAN PRESENTES EN FORMAS MUY VARIADAS DE PATOLOGÍA: ENTRE ELLAS LAS ETS, CONSUMO DE ALCOHOL, LA VIOLENCIA, LAS ENFERMEDADES MENTALES, ETC, ETC
…ADEMÁS EL MÉDICO NECESITA CAPACITARSE PSICOLÓGICAMENTE PARA EJERCER UNA CARRERA DONDE SU PALABRA Y SU CONDUCTA –SU PERSONALIDAD- FORMAN PARTE DEL TRATAMIENTO Y LA PREVENCIÓN.
RESEÑA HISTÓRICA
La psicología como ciencia independiente tiene una historia reciente, de apenas cien años, pero con unas raíces muy antiguas.
La psicología tiene sus orígenes en la filosofía y en la medicina.
En el siglo VI antes de Cristo se produce en Grecia un cambio en la manera de interpretar los fenómenos naturales y sociales. Surgen personas que inician un modo de pensar que cambiaría la historia para siempre. Como eran amantes del conocimiento, se les llamó filósofos. Ellos desconfiaron de los mitos y de las creencias sobrenaturales y decidieron buscar la verdad valiéndose del pensamiento lógico.
En esa época brillaron, entre otros, Sócrates, Platón y Aristóteles, También de esa estirpe fue Hipócrates, padre de la medicina.
De Aristóteles es el primer escrito que se conoce relacionado con lo que es hoy la psicología. A este escrito lo llamó Sobre el Alma, donde plantea la existencia de la psique (alma) o principio vital organizador de lo material. Su símbolo ha sido desde entonces la letra griega psi, que tiene forma de mariposa. Hasta esa época el diafragma fue considerado como la sede del alma, por ello se ha conservado esa etimología, muchas veces para referirse a la mente. Palabras como esquizo-frenia, freno-logía, oligo-frenia, frenético, etc. tienen dicho origen.
Hipócrates fue el primero en asignar al cerebro las funciones y enfermedades mentales. Sentenció, también, que la enfermedad sagrada (epilepsia) no era sagrada, sino producto de daño cerebral.
Ya en el periodo del imperio romano, Galeno asocia las funciones mentales a diferentes áreas del cerebro, por ejemplo consideró que los ventrículos cerebrales tenían funciones intelectuales y eran los depósitos del pneuma psíquico.
Poco estudiada (y menos difundida) ha sido la filosofía estoica y su vínculo con la psicología, pero no podemos evitar relacionar su pensamiento con lo que hoy se conoce como terapia cognitiva, tan efectiva en los trastornos de ansiedad y depresión en la actualidad.
Un pensamiento del sabio Séneca (Córdoba, 4 a.C-Roma, 65) nos ilustrará sobre la relación del estoicismo con la mencionada terapia moderna:
“Es feliz, por tanto, el que tiene un juicio recto; es feliz el que está contento con las circunstancias presentes, sean las que quieran, y es amigo de lo que tiene; es feliz aquel para quien la razón es quien da valor a todas las cosas de su vida.”
En la edad media, el pensamiento árabe avanza más en el estudio de las funciones mentales. El ilustre médico Avicena en su célebre libro Canon describe funciones mentales como la memoria y el razonamiento, advirtiendo su importancia para la medicina. Mientras, en Europa el pensamiento científico se estancaba.
Después del renacimiento, otra vez los filósofos cuestionan el pensamiento imperante hasta entonces y es el francés René Descartes (1596-1650) uno de los intelectuales clave en la revolución del conocimiento, asegurando que debemos dudar de todo y demostrar con evidencias lo que se considere una verdad.
En su Discurso del Método expone que podemos dudar de todo, menos de que estamos dudando. De donde se desprende su célebre frase cogito ergo sum, es decir “pienso, luego existo”. Rechaza la doctrina del alma, en su lugar propone el espíritu como algo que piensa y le llaman mente, de allí nace el dualismo cartesiano: mente y cuerpo. El cuerpo es tema de estudio para los médicos y la mente para los filósofos (recuérdese que en esa época no existía la psicología como ciencia independiente). Las ideas cartesianas fueron recogidas por algunas corrientes psicológicas como la teoría lingüística de Chomsky.
En el siglo XVII surge el empirismo, doctrina filosófica que propone que todo conocimiento se basa más en la experiencia que en la razón. Es decir que son nuestros sentidos los que nos proporcionan el conocimiento y no el razonamiento solo. El filosofo, político y médico inglés John Locke (1632-1704) fue el más conspicuo defensor del empirismo, afirmó que la mente de una persona al nacer era como una tabula rasa (tabla en blanco), es decir venia sin conocimientos innatos y es la experiencia la que aporta sus conocimientos. Por lo tanto, el origen de las ideas son las sensaciones. Esta teoría dio sustento posteriormente al enfoque conductual de la psicología.
Entre estas dos corrientes: el empirismo de Locke y racionalismo cartesiano se crea una controversia que fue resuelta por el filosofo alemán Immanuel Kant (1724-1804) quien opina que tanto la percepción como la razón juegan un importante papel en la construcción del conocimiento. A esta corriente filosófica se le conoce como Trascendentalismo.
Kant está de acuerdo con los empiristas en que nuestros conocimientos del mundo provienen de las percepciones. Pero también nuestra razón capta y da forma a las percepciones. Hay condiciones en la mente que colaboran en la determinación de nuestros conceptos del mundo.
“En cierta manera los racionalistas se habían olvidado de la importancia de la experiencia y los empiristas habían desconocido como la razón modifica nuestra percepción del mundo… Los planteamientos de Kant pueden resumirse en tres afirmaciones: 1) No podemos llegar a conocer la esencia de las cosas, lo que son estas en última instancia 2) Tenemos que atenernos a lo perceptible, lo manifiesto de las cosas (empirismo), al mundo de los fenómenos. 3) Tenemos unas categorías preinstaladas que nos permiten organizar (racionalismo) lo que percibimos del mundo” (Rios, Pablo. 2006).
Hay una influencia clara de estos pensamientos trascendentalistas en algunas corrientes psicológicas posteriores, como el caso de las teorías de Piaget sobre la inteligencia.
Para el siglo XIX los avances tecnológicos y científicos promovieron un excesivo optimismo en la humanidad, surgiendo una corriente filosófica que exigía a todo conocimiento ser sustentado por hechos obtenidos de la experiencia, cuantificables matemáticamente y que además debía contribuir positivamente al progreso de la humanidad. A esta corriente filosófica se le conoce como Positivismo, y se considera su fundador al filósofo francés Augusto Comte (1798-1857).
Para los positivistas la psicología no podría ser considerada como una ciencia, ya que el análisis de la mente debía hacerse mediante un proceso de introspección, por lo que no sería posible para el examinador examinarse a sí mismo, porque haría de sujeto y objeto simultáneamente.
La exigencia de los positivistas hizo sustituir a la mente como objeto de estudio por la conducta.
El 24 de noviembre de 1859, Charles Darwin (1809-1882) publicó su famosa obra El origen de las especies por medio de la selección natural. El hecho de que ese mismo día se vendieran ¡1.250! ejemplares, da una idea de las expectativas que había para ese momento sobre las ideas de este naturalista ingles. Podemos decir, sin exagerar, que fue una conmoción tanto en el mundo científico como en el religioso y cultural. No era para menos, Darwin destronó al ser humano como eje de la creación y lo puso a descender (y lo descendió) de los primates. A esta corriente se le llamó evolucionismo.
El evolucionismo abrió un inmenso campo para las ciencias naturales y humanistas. Para la psicología sirvió de fundamento para explicar determinadas conductas trasmitidas de generación en generación por medio del ADN y modificadas de acuerdo a las necesidades de adaptación al medio.
Una década después ya los frutos estaban maduros para la psicología y en 1879 Wilhelm Wundt (1832-1920), médico y filósofo alemán, puso en funcionamiento al primer laboratorio de psicología en Leipzig, por lo que se tiene a Wundt como fundador de la psicología.
En su obra Principios de la psicología fisiológica explica que la psicología es una ciencia independiente experimental, que emplea métodos de la fisiología y cuyo objetivo es estudiar la conciencia para analizar la estructura de la mente. De donde viene el nombre de estructuralismo que recibe esta corriente. El estudio de la estructura de la mente se realizaba mediante el método de introspección analítica, que consistía en entrenar sujetos para que informen detalladamente sobre sus sensaciones a partir de experiencias realizadas en el laboratorio. Se concluyó que la mente se componía de sensaciones, imágenes y sentimientos (reacciones ante estímulos, imágenes producidas por las reacciones y emociones que acompañan a dichas experiencias).
A pesar del incuestionable mérito, el estructuralismo tuvo muchas críticas, pues seguía siendo introspectivo, subjetivo, artificioso y nada práctico.
En la misma época que Wundt, pero al otro lado del Atlántico, surgió un nuevo laboratorio de psicología fundado por el filósofo norteamericano Williams James (1842-1910), quien se interesó por cosas más prácticas y cotidianas. Pensaba que la psicología debía encargarse de entender como los procesos mentales intervienen en la adaptación al medio, sus circunstancias y de cómo funciona la mente. A esta corriente se le llamó funcionalismo.
No obstante sus diferencias, estructuralismo y funcionalismo no satisfacían a los psicólogos emergentes que les siguieron, ya que el punto de partida de toda investigación era la comunicación de una experiencia interior.
A partir los primeros anos de siglo XX se produce un desarrollo prolífico de la psicología, surgiendo numerosas doctrinas, cada una con un enfoque, un método y un objeto propio.
Estudiaremos, más adelante, las más destacadas: conductismo, psicoanálisis, gestalt, humanismo y cognitivismo.
Bibliografía:
Diccionario Médico 4ta edición (1998) Masson, Barcelona.
Didier, J. (1983) Dictionnaire de la philosophie, 1ª Ed. Larousse, Paris.
Lopez –Ibor, J. (1999) Lecciones de Psicología Médica. Masson. Barcelona.
Lazarus, R. (2000) Estrés y emoción, Ed. Desclée, Bilba.
Pena, T. Canoto, Y. Santalla, Z. (2006) Una introducción a la Psicología. 1ra Ed. UCAB. Caracas.
Pérez Tamayo, Ruy (2009)- De La Magia Primitiva a La Medicina Moderna www.libreriasdelfondo.com/LF_Detalle.asp?ctit
Rios C. P. (2006) PSICOLOGÍA la aventura de conocernos. 2da edición. Ed. Texto Caracas.