viernes, 25 de noviembre de 2011

DESARROLLO HUMANO I


“El niño es el padre del hombre”
Wordsworth

DEFINICIÓN. ASPECTOS RELEVANTES
El término desarrollo designa las transformaciones de la conducta o de rasgos que parecen surgir de manera ordenada, al menos durante un razonable espacio de tiempo. Por lo común, estos cambios dan lugar a maneras nuevas y mejoradas de reaccionar, es decir, a una conducta que es más adaptativa, más sana, más compleja, que está más altamente organizada o que es más estable, competente o eficiente.
Hablamos de los adelantos que van desde el gatear hasta el caminar, desde el balbucear hasta el hablar, desde el pensamiento concreto hasta el abstracto, desde la preocupación egocéntrica hasta la consideración para con los demás, llamándolos desarrollos; en cada caso, juzgamos que la función que aparece más tarde es mejor y más útil. Sin embargo, hay algunas excepciones: a algunos cambios negativos se le considera también como desarrollos; así hablamos, por ejemplo, del desarrollo de malos hábitos, de la conducta defectuosa o de la enfermedad mental.
Las metas primordiales de la psicología del desarrollo son las de la descripción, medición y explicación de los cambios o transformaciones de la conducta y de las capacidades que se producen con el aumento de la edad del niño, y que parecen ser universales; o sea, que se observan en niños de todas las culturas. Por ejemplo, los niños de cualquier parte del mundo comienzan a mostrar ansiedad ante la presencia de extraños entre los 8 y 9 meses, a pronunciar sus primeras palabras hacia los 12 meses y a caminar alrededor de los 13 meses de nacidos.
El término crecimiento es de uso biológico y hace referencia al aumento de tamaño por incremento de volumen o por incremento del número de células de un organismo. El cambio de talla o la ganancia de peso de un niño son ejemplos de crecimiento.
Se llama maduración al despliegue natural del potencial genético hacia un fin que caracteriza un pleno funcionamiento. Es una serie sucesiva de cambios biológicos que ocurren normalmente en todos los seres vivos sanos, que permiten y favorecen la aparición de una función. Por ejemplo, la mielinización de los axones. O la bipedestación y marcha del niño a los doce meses por maduración.
La típica secreción hormonal que aparece en la pubertad y que ocasiona el comienzo de la fecundidad y reproducción, es también un hecho de maduración.
La aparición del habla entre los 12 y los 36 meses de nacido en todos los niños normales, es uno de los mejores ejemplos que ejerce la maduración sobre una función.
Se supone, en general, que para explicar estos fenómenos universales del desarrollo hay que pensar en alguna i n t e r a c c i ó n de la maduración y la experiencia.
Hay muchas otras clases de fenómenos que estudia la psicología del desarrollo, como las diferencias individuales, las conductas anormales, etc.
El campo de esta disciplina ha florecido en las últimas décadas, la gama de fenómenos estudiados y la profundidad de los mismos han crecido enormemente.
Es a este campo al que vamos a dedicar la unidad I de Psicología Médica: desarrollo prenatal, el nacimiento, el neonato, primera infancia, segunda infancia… hasta llegar a la edad adulta.



DETERMINANTES AMBIENTALES Y BIOLÓGICOS DEL DESARROLLO
La investigación demuestra que la mayoría de los desarrollos dependen tanto de factores biológicos como de factores ambientales. En algunas características los factores biológicos son más importantes y para otras es lo ambiental lo determinante. Por ejemplo, el color de la piel y de los ojos de una persona están determinadas por la herencia: la edad de inicio del lenguaje la determina la maduración biológica. La estatura depende de factores genéticos con influencia de factores ambientales.
La generosidad, la humildad, la paciencia, son características determinadas por factores ambientales.
Hay características más complejas, como la inteligencia, que son producto de la interacción de factores biológicos y ambientales; de modo que es imposible estimar la contribución relativa de los tipos de determinantes.

TEORIAS DEL DESARROLLO PSICOLÓGICO
Existen tres enfoques teóricos sobre el desarrollo psicológico, que ya los hemos estudiado en la asignatura Psicología General del segundo año (es conveniente que los alumnos refresquen estos conocimientos). Dichos enfoques son: la epistemología genética de Jean Piaget, la teoría psicoanalítica de Freud y las teorías del aprendizaje.
Cada una de estas tres concepciones teóricas aporta algo importante en la comprensión del desarrollo de la personalidad. Aunque parezcan contradictorias no lo son; cada una de ellas estudia aspectos diferentes de un mismo problema y al aplicar métodos de estudio de acuerdo al aspecto estudiado consigue cada una puntos de vista diferente, perspectivas desde diferentes ángulos, con nomenclaturas disímiles, lo que aparenta que se vean como contradictorias, pero mas bien se complementan.
Es importante que el estudiante no se fanatice con una doctrina en particular, ya que no existe una sola teoría que baste para explicar todos los aspectos del desarrollo humano; es mejor tratar de integrar los aportes de cada una para comprender los complicados y múltiples factores que concurren en la construcción de la personalidad de un individuo.



PERIODO PRENATAL

El comportamiento general de un individuo que se desarrolla está condicionado por múltiples factores. A grandes rasgos las influencias son:
 Variables biológicas genéticas: factores determinados por los genes.
 Variables biológicas no genéticas: factores nutricionales, climáticos, hormonales, etc.
 Ambiente psicológico inmediato: padres, hermanos, etc.
 Medio sociocultural donde se desarrolla el niño.

Es imposible determinar cuanto de cada variable influye en el desarrollo de un individuo. Estos factores están interactuando continuamente y aportando, a través de toda la existencia, elementos para que cada quien tenga una determinada forma de ser y vivir. Pero es necesario, por razones didácticas, el análisis por separado de cada variable.

TRANSMISIÓN HEREDITARIA
En el instante en que el espermatozoide entra en el óvulo, los 23 cromosomas de este se conjugan con los 23 cromosomas de aquel, dando lugar a una nueva célula de 46 cromosomas ú n i c a e irrepetible. Solamente dos gemelos monocigóticos pueden tener igual carga genética, lo cual ha permitido, dicho sea de paso, a los investigadores realizar estudios de la transmisión hereditaria.
Como sabemos, el género de una persona está determinado por los cromosomas sexuales, XX para la mujer y XY para el hombre.
Merced a complejos mecanismos enzimáticos y endocrinos el cromosoma Y controla el desarrollo gonadal masculino, lo cual provoca cambios en la diferenciación del S N C, que determinará diferencias entre el cerebro masculino con respecto al femenino, originando que ambos géneros tengan características de personalidad propias.
Sabemos que muchas características humanas están influenciadas por la herencia, pero es difícil determinar la naturaleza de esta influencia y nos vemos obligados a inferir su presencia a partir de sus efectos.
Los efectos genéticos más estudiados son: los rasgos físicos (como el color de los ojos), el retardo mental (como la fenilcetonuria), las aberraciones cromosómicas (como el síndrome de Turner, el síndrome de Down), los trastornos mentales (como la depresión bipolar) y la inteligencia.
En general, parece ser probable que las influencias genéticas sean más fuertes respecto a las características temperamentales fundamentales, tales como el tiempo personal, la inhibición en contraposición a la espontaneidad, la sobriedad en contraposición a la exuberancia y la introversión social. Además, estos rasgos figuran entre los más estables a lo largo de los años desde la niñez media hasta la edad adulta. Por otra parte, las influencias genéticas parecen ser las más débiles respecto de características que dependen mucho del aprendizaje y de la experiencia social (por ejemplo, respecto de los valores éticos y sociales, de la objetividad). Debe tenerse presente que virtualmente todas las características de la personalidad sufrirán la influencia, aun cuando en grados variables, tanto de los agentes ambientales como los genéticos y, además, que las predisposiciones genéticas pueden ser superadas a menudo por influencias ambientales. Personas naturalmente tímidas pueden aprender a hacerse valer más, y experiencias punitivas pueden hacer que extrovertidos se vuelvan vacilantes o retraídos.

INFLUENCIAS AMBIENTALES PRENATALES
El ambiente prenatal ejerce influencias determinantes en el desarrollo del ser por nacer. Revisemos algunos factores estudiados.
Nutrición de la madre
La mujer embarazada debe tener una alimentación adecuada para conservar un buen estado de salud y dar a luz un niño saludable. Está plenamente demostrado que la malnutrición durante el embarazo origina niños enfermos; por ejemplo la deficiencia de proteínas aumenta la mortalidad y la morbilidad infantil, estos niños tienen un desarrollo intelectual lento.
Drogas
Muchos fármacos producen defectos en los niños: algunos antibióticos (cloranfenicol), hormonas, anticoagulantes, narcóticos y quinina; así como dosis excesivas de vitaminas liposolubles (A, D y K) tienen esta potencialidad.
La talidomida , es tristemente recordada por producir una malformación conocida como focomelia.
El tabaco, tanto si se es fumadora activa como pasiva, provoca fetos de bajo peso y huesos más cortos.
El alcohol provoca el llamado síndrome alcohólico en el feto, caracterizado por microcefalia, prematuridad, dedos supernumerarios, defectos auditivos y retardo mental.
Los opiáceos provocan dependencia tanto de la madre como del niño, igual que otros fármacos adictivos como el fenobarbital.
Están en estudio los efectos de la cocaína y la marihuana en el feto; por informes de casos se infiere que los hijos de madres consumidoras de estas sustancias nacen prematuros, con bajo peso y con inmadurez de diferentes sistemas y órganos.
La cocaína es un potente estimulante del S N C y activa sistemas adrenérgicos y dopaminérgicos en la madre, pudiendo incrementar su tensión arterial con lo que aumentaría el riesgo de toxemias gravídicas.
Radiación
Está bien documentado el efecto de las radiaciones ionizantes, como los Rayos X, durante el embarazo, siendo el óbito fetal el peor de sus efectos. Se incluyen también diferentes tipos de deformidades y mayor susceptibilidad a algunos tipos de cáncer.



Enfermedades de la madre
Una mujer en malas condiciones de salud tiene grandes probabilidades de procrear niños enfermos. La hipertensión arterial, las nefropatías, hepatopatías, etc. actúan de manera desfavorable.
Las enfermedades virales en la madre, como la hepatitis, rubéola y varicela son especialmente dañinas a comienzos del embarazo. La rubéola, en elevado porcentaje, produce malformaciones congénitas, tales como retardo mental, sordera, ceguera y malformaciones cardíacas. También la vacuna contra la rubéola, administrada durante el embarazo puede producir malformaciones, por que contiene virus de la enfermedad.
La toxemia gravídica, una enfermedad frecuente durante el embarazo, puede provocar déficit intelectual en los niños.
La infección del feto con la espiroqueta de una madre con sífilis sucede con alguna frecuencia después del cuarto o quinto mes de embarazo, lo cual pude provocar un aborto o si el niño sobrevive, podrá nacer débil y con malformaciones.
Incompatibilidad sanguínea feto-materna: el factor Rh
Entre el 80 y 85 % de las personas presentan en su sangre este factor ( Rh+). Si una madre sin el factor Rh procrea un hijo de un padre con el factor, este hijo lo hereda de su padre. La madre producirá anticuerpos contra los glóbulos rojos Rh+ y los va destruyendo, pudiendo producir una anemia hemolítica y desencadenar lesiones cerebrales irreversibles.
Estados y actitudes emocionales de la madre
El estado emocional de la madre puede influir en el desarrollo del feto. Emociones intensas ponen en acción el sistema límbico, que activa al hipotálamo y al sistema nervioso autónomo, liberando hormonas que modifican el metabolismo.
Dichos cambios pueden afectar al feto de manera perdurable. Es frecuente que niños hiperactivos sean productos de un embarazo que transcurrió con perturbaciones emocionales de la madre.
Otra consecuencia pueden ser partos prematuros con todas sus consecuencias.
Se ha estudiado insuficientemente el efecto del embarazo no deseado en el desarrollo del niño, existen reportes de casos interesantes, pero contradictorios.

EL NACIMIENTO
El momento del nacimiento es crucial para la vida de un individuo. Hay dos factores críticos, de gran importancia, para el desarrollo ulterior: 1) Durante el trabajo de parto la cabeza del feto se ve obligada a pasar por un canal –canal del parto- de un menor diámetro que el suyo, lo cual representa un serio riesgo para la integridad de los delicados tejidos contenidos dentro del cráneo, sometidos a una gran presión en este momento. 2) El feto debe iniciar la respiración de forma perentoria, ya que de no hacerlo entra en anoxia, lo cual es dañino para su organismo, pero con mayor riesgo para las células nerviosas.
Estos dos momentos críticos, dan un “¡jaque al rey!”, exponiendo al cerebro al riesgo una lesión vascular por una parte y a una anoxia tisular por otra.
Las células nerviosas son muy sensibles a la falta de oxigeno, muriendo con facilidad por ello, lo cual puede ocasionar lesiones graves y definitivas, con la secuelas motoras, sensitivas y mentales que esto representa.
Cuando se daña el tallo cerebral suelen aparecer trastornos motores como parálisis de los miembros inferiores, superiores, del cuello (con alteraciones de la fonación) o cara; con dificultades para la emisión de la palabra.
El término de parálisis cerebral describe toda una gama de alteraciones motoras relacionadas con el daño de los centros motores del encéfalo, muchos de ellos ocurridos en el momento del nacimiento.
Además de la parálisis cerebral, se han asociado a la anoxia en el momento del parto diversos trastornos mentales, que van desde un bajo rendimiento en los test de desarrollo a un retardo mental grave, pasando por trastornos de la atención y la epilepsia.
Los niños que padecen un déficit ligero de oxigeno durante el nacimiento sufren algún daño cerebral poco intenso que les puede condicionar irritabilidad con puntuaciones menores en pruebas de desarrollo y alguna dificultad en su rendimiento escolar, pero generalmente pueden adaptarse bien en su vida de adultos.

EL N IÑO PREMATURO
Los niños prematuros, con periodo gestacional menor de 26 semanas, que pesan menos de 1900 gramos, tienen pocas posibilidades de sobrevivir. Los niños de más de 36 semanas, con peso de, alrededor, de 2500 gramos, generalmente son saludables y con algunos cuidados especiales pueden desarrollarse normalmente.
Los niños que quedan comprendidos entre esos dos grupos, es decir aquellos que oscilan entre las 30 y las 34 semanas de gestación y que pesan alrededor de los 2000 gramos requerirán cuidados intensivos altamente especializados, de lo contrario corren gran riesgo de presentar problemas de desarrollo psicológico importante, como defectos en la audición, de la visión, retraso mental, problemas de aprendizaje y síntomas conductuales (inquietud por ejemplo) que tal vez no se pongan de manifiesto hasta su ingreso a la escuela.
Los niños prematuros suelen ser más susceptibles a los embates de las enfermedades que los niños normales y requieren mayor cuidado. Cuando tiene malas condiciones de vida, como nutrición inadecuada, aseo precario, poca estimulación motora y sensorial o falta de afecto, generalmente tienen más dificultad para adaptarse socialmente.

EL NIÑO POSTMADURO
Cuando el parto se demora más allá de lo esperado, también se asocian a trastornos en el desarrollo de niño. Se ha encontrado, por ejemplo, que alrededor un 28 % de los individuos con parálisis cerebral tienen antecedentes de nacimiento postmaduro y la tasa de mortalidad de estos niños es mayor que ola de los que nacieron a término. Además se ha observado que tienen problemas en su alimentación, mostrando poco apetito.
Al igual que los prematuros, estos neonatos requieren de cuidados especiales.

REALCIÓN DEL SEXO CON LA VULNERABILIDAD
Es hecho notorio, para quienes se dedican al trabajo con niños, que los varones nacen con más anomalías que las hembras, además el trastorno por déficit de atención y la hiperactividad son más frecuentes en los niños que en las niñas. Este hecho plantea un área de investigación importante ¿cual es el motivo de una vulnerabilidad mayor de los varones? No se sabe con claridad por qué la naturaleza es más severa con estos. Sabemos que existen diferencias cromosómicas, hormonales, neurológicas y conductuales, pero no se ha determinado cual de estas variables sea la responsable.
RELACIÓN DEL NIVEL SOCIOECONÓMICO
Las familias con bajo nivel socioeconómico tienen más probabilidad de cargar con problemas de desarrollo en sus hijos que las familias de clase media.
El riesgo de que un niño sufra lesión o muerte durante el embarazo y parto es de 50 a 100% mayor en madres de bajos recursos. Esto se explica por varios factores, destacando la mala alimentación, el precario estado de salud, el embarazo precoz, la multiparidad, el desconocimiento del cuidado prenatal, la falta de control médico-sanitario y la falta de apoyo, entre los más importantes.
La probabilidad de que los problemas prenatales y perinatales produzcan un efecto psicológico perdurable en el niño, es más elevada entre las familias pobres. Esto es debido a que estos niños no suelen tener el debido cuidado, ni la atención especializada requerida. La adecuada estimulación intelectual y social suele ser menor en este grupo.


EL RECIÉN NACIDO

Consideramos recién nacido (R N) al niño desde el momento del parto hasta los 5-7 días que le siguen (algunos textos lo prolongan hasta los 30 dias). En esos días el neonato se está recuperando del “trauma” fisiológico que representa ese momento.
El niño, desde su nacimiento, tiene ya unas conductas y capacidades que le permiten adaptarse rápidamente al nuevo ambiente: es sensible al dolor, al tacto, al hambre y a los cambios de postura. Puede ver, oír y sentir sabores. Además tiene una gama de reflejos importantes para la supervivencia: sus pupilas responden a la luz (se dilatan en la oscuridad y se contraen con la luz); siguen con la mirada a un objeto en movimiento; succionan con energía el pezón de la mama. Pueden toser, llorar, agarrar objetos y sobresaltarse ante un sonido fuerte.
Ya el R N varón tiene erecciones del pene de manera refleja, al estimular el escroto, o la cara interna del muslo o cuando va a orinar. La hembra puede tener un sangramiento por la vagina los primeros días de su nacimiento, lo cual es completamente normal y se denomina “mínima pubertad precoz de Jaquet”, se debe al paso de estrógenos de la madre a la bebé, que causan una proliferación del endometrio y al cesar el efecto de ellos, después del nacimiento, provoca un leve sangramiento.
Por la misma causa, los altos niveles de estrógenos, también pueden producirse una hinchazón de las mamas y de los pezones, incluso puede llegar a salir leche, una pequeña secreción llamada antiguamente “leche de brujas”, que médicamente, se lo conoce con el término de ingurgitación mamaria. Si ocurriera está totalmente contraindicado exprimir las mamas de la bebé. Es algo transitorio hasta que sus hormonas recuperen los niveles normales.

La conducta del R N está controlada, fundamentalmente, por el tallo cerebral y la médula ya que la corteza a esta edad es inmadura todavía, y se va activando gradualmente para ejercer el control luego de varias semanas. Cuando la corteza toma el control, comienza a inhibir y modular los centros del tallo cerebral dejándoles el control definitivo de la respiración y la circulación. De tal manera que los reflejos del neonato se dirigen desde el tallo.
Reflejos Primarios del Recién Nacido
REFLEJO DE MORO: Un ruido fuerte, súbito o la sensación de caer hacen que el bebé estire las piernas, los brazos y los dedos, arquea la espalda e inclina la cabeza hacia atrás, en seguida repliega los brazos sobre el pecho con los puños cerrados. En la tercera fase del reflejo se emite un chillido leve.
Duración: cuatro a seis meses.
REFLEJO DE BABINSKI: Cuando se le pasa suavemente la mano por la planta del pie desde el talón hasta el dedo gordo, levanta los dedos y voltea el pie.
Duración: entre seis meses y dos años, después de este tiempo, recoge los dedos hacia abajo.


REFLEJO DE BUSQUEDA Y SUCCION: Si toca suavemente su mejilla, el bebé volteará la cabeza en dirección del estímulo con la boca abierta listo para succionar. Si coloca algún objeto en su boca, por ejemplo el seno materno, lo succionará.
Duración: tres o o cuatro meses aunque puede persistir cuando el niño duerme.
REFLEJO DE MARCHA: Si le coloca en posición vertical sobre una mesa o sobre una superficie firme y plana, sostenido por las axilas, el bebé levanta primero una pierna y luego la otra como si quisiera dar unos pasos. Esto se observa mejor después del 4º día.
Duración: variable pero generalmente un mes.
REFLEJO DE PRENSION: El bebé acostado mirando hacia adelante con los brazos doblados, si se le coloca el dedo índice en la palma de la mano cierra la mano tratando de agarrarlo. La fuerza de sostén de la mano de un bebé puede ser tan fuerte que puede sostener todo su peso.
Duración: tres o cuatro meses.

REFLEJO DE EXTENSION CRUZADA: Estando acostado de espalda, el bebé toma una posición de esgrimista, la cabeza hacia un lado y el brazo y la pierna de ese lado extendidos y los del lado contrario doblados.
Duración: puede existir al nacimiento o aparecer a los dos meses y desaparece más o menos a los seis meses.

Aun cuando los R N tengan todos los reflejos iguales, cada uno tiene unas características especiales: alguno será más enérgico, otro más suave, con mayor o menor tono muscular; más o menos irritable, etc. Es decir que existen diferencias ya desde esta edad.

NECESIDADES FUNDAMENTALES
Para poder sobrevivir, en R N necesita satisfacer determinadas necesidades fisiológicas fundamentales. El oxígeno, el control de la temperatura y el sueño se satisfacen de manera autorregulativa, merced a los mecanismos fisiológicos que nacen con el niño. Pero otras como la necesidad de alimento, de agua, de electrolitos, requieren de otras personas.
Sueño: el R N dedica el 80% de su tiempo a dormir; a medida que el niño crece, va disminuyendo ese porcentaje, de tal manera que ya para los 8 meses dedica un 50% aproximadamente .
Los ritmos y la profundidad del sueño cambian también rápidamente. En los primeros días realiza unas 8 dormidas diarias, solo se despierta para comer y defecar. Progresivamente va reduciendo el número de dormidas y prolongándose los lapsos de vigilia. Ya a los 6 meses suele dormir solo por las noches con alguna siesta diaria.
El sueño está estructurado por dos formas fisiológicas diferentes: en una de ellas la persona presenta movimientos rápidos y breves de los ojos, es el llamado sueño MOR (Movimientos Oculares Rápidos). La otra forma no presenta estos movimientos y se le llama sueño NO-MOR. Cada una de estas formas tiene unas características electroencefalográficas particulares. Durante el sueño MOR se producen movimientos del cuerpo, mientras que el NO-MOR es más tranquilo.
En el R N la cantidad de sueño MOR es mayor que en los niños de 6 meses.
El aumento del sueño tranquilo (NO-MOR) está correlacionado con el mayor control de los mecanismos fisiológicos por parte de la corteza cerebral, estos progresos en la maduración del cerebro influyen en la atención, la concentración y la motricidad.
Eliminación de excretas: Cuando el colon se encuentra lleno, se produce un reflejo de evacuación y se expele el contenido fecal. De la misma forma ocurre con la vejiga. Estos procesos son involuntarios. Aproximadamente a las 8 semanas el R N evacua dos a tres veces al día. A las 16 semanas se ha definido un patrón diario de defecación.
Hambre y sed: En el R N el hambre y la sed no se diferencian y se satisfacen simultáneamente. Esta satisfacción depende enteramente de los adultos que estén al cuidado del niño, por lo que son los primeros motivos de interrelación con otro ser y primero en generar satisfacciones mutuas y conflictos mutuos. En la teoría psicoanalítica se le brinda mucha importancia a esta situación (fase oral). Si el hambre y la sed no se satisfacen dentro de un periodo razonable, las tensiones crecen, se vuelven intensas y provocan llanto y agitación.
En promedio el R N se alimenta 7 a 8 veces al día; hacia las cuatro semanas se reduce a 5 o 6 veces, y progresivamente va decreciendo aunque el volumen del alimento permanezca igual.

PESO Y TALLA
Al momento del nacimiento el R N a término pesa entre 2800 y 3500 gramos, siendo más pesado los varones que las hembras. En los días sucesivos al nacimiento el neonato pierde un poco de peso, lo cual es normal, pero luego de una semana, aproximadamente, comienza a recuperar peso.
En cuanto a la talla, suele estar entre los 47 y 52 cm, con variaciones dependientes de la etnia, la herencia y factores ambientales como la alimentación de la madre durante el embarazo. El varón el típicamente algunos centímetros mal largo que la hembra.
Otra medida importante es el perímetro craneano (la circunferencia de la cabeza) que está alrededor de los 35 centímetros.








Referencias Bibliográficas:
Amarista F.; Guzmán, A. Kerdel, O. (1981) Manual de Psicología Médica (2ª Ed) Caracas, Editorial carhel c.a..
Gil, J. (2004) Psicología de la salud (1ª Ed) Madrid. Pirámide.
Rios, P. (2006) PSICOLOGIA la ventura de conocernos (2ª Ed.) Caracas. Editorial texto.
Musen, P. Conger, J. Kagan, (2001) Desarrollo de la personalidad en el niño (3ra Ed.) México.trillas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario