miércoles, 19 de febrero de 2014

DESARROLLO: ADULTO MAYOR

ADULTO MAYOR


Existen numerosas definiciones de envejecimiento. Es difícil establecer con precisión el concepto, pero en general, todos los autores coinciden en que se trata de un proceso dinámico, multifactorial e inherente a todos los seres vivos.
Podríamos definir el envejecimiento como el proceso por el que el individuo, con el paso del tiempo, va perdiendo vitalidad, entendiendo vitalidad como la capacidad que tiene el organismo para realizar sus diferentes funciones biológicas.
Ello conlleva una mayor vulnerabilidad ante cualquier agresión externa o situación de estrés, conduciendo en último término a la muerte.
No todo el organismo envejece simultáneamente. Hay funciones que permanecen en el individuo hasta muy avanzada edad y otras se pierden precozmente.
Para algunos autores es posible separar el concepto de envejecimiento y el de patología asociada a la edad. Para otros autores, es imposible separar éstas variables.
Teorías del envejecimiento programado o del reloj biológico: teorías que sostienen que las acciones programadas de ciertos genes específicos rigen el envejecimiento.
Teorías estocásticas: teorías según las cuales el cuerpo envejece a causa de las agresiones aleatorias provenientes de los medios interno y externo.
El envejecimiento fisiológico (eugérico) ocurre primordialmente en función del paso del tiempo, sin estar demasiado condicionado por alteraciones patológicas o por factores ambientales.
El envejecimiento patológico es el deterioro físico y mental producido por el conjunto sucesivo de daños, tanto primarios como secundarios, debido, por ejemplo, a procesos vasculares, infecciosos o tumorales.
El término “geron” (del griego) encierra significados cronológicos, biológicos y sociales.
El término “senescencia” (del latín “senescere”) quiere decir alcanzar la vejez, la ancianidad.
En algunos países se utiliza el término “tercera y cuarta edad” para referirse a las personas longevas.
Recientemente se ha generalizado el término “Adulto Mayor”.
Se considera adulto mayor a una persona a partir de los 65 años de edad en adelante.
En la actualidad, la prolongación del promedio de vida y la proporción creciente de la población de adultos mayores, ha determinado su clasificación en dos etapas: temprana y avanzada.
Adulto mayor, etapa temprana, de los 65 a los 75 años. Son personas aún sanas y activas.
Adulto mayor, etapa avanzada, a partir de los 76 años. Un porcentaje importante de las personas a partir de ésta edad requiere servicios de asistencia y rehabilitación. 
Aspectos Biológicos o cambios físicos del Adulto Mayor
Los cambios físicos afectan la apariencia exterior de la persona, así como el funcionamiento de todos los órganos, debido a la modificación en las funciones fisiológicas. Podemos mencionar los siguientes:
Se intensifica la rugosidad y sequedad en la piel por la pérdida de elasticidad.
Cambios en el sistema músculo-esquelético, ocurridos por la gradual pérdida de elasticidad en los músculos y el incremento progresivo en la rigidez y el encogimiento del esqueleto, lo cual limita de manera progresiva las habilidades neuromusculares (disminución en la psicomotricidad y en la fuerza muscular).
Cambios degenerativos en los órganos de los sentidos: pérdida de la agudeza visual y auditiva, principalmente.
Cambios en la homeostasis y  en la capacidad funcional de reserva.
Se hacen más evidentes las enfermedades dentales.
Los adultos mayores pueden presentar pérdida de la masa ósea, siendo más frecuentes los casos en la mujer (osteoporosis).
Cambios en la sexualidad: las respuestas sexuales son más lentas en los adultos mayores; ambos miembros de la pareja experimentan un descenso en el deseo y en la frecuencia sexual.
El adulto mayor puede presentar un aumento de la vulnerabilidad a ciertos padecimientos y un mayor riesgo en cuanto a las enfermedades crónicas (del corazón y del sistema circulatorio, diabetes, enfermedades respiratorias, anemia, cáncer, entre otras).
En general, los cambios en el aspecto físico y fisiológico se tornan más evidentes y pueden llegar a convertirse en una discapacidad.
 Si se produce la discapacidad, los adultos mayores pueden hacerse parcial o totalmente dependientes de otras personas que los atiendan y cuiden.
Aspectos Psicológicos del Adulto Mayor
La adaptación a una fuerza física y a una salud en descenso. Para los adultos mayores mantener la cohesión de la identidad personal puede ser muy importante cuando experimentan grandes cambios en su salud y en su forma de vida.
El abandono de las metas que no se pudieron conseguir y la aceptación de la vida pasada y presente.
La capacidad de ver las experiencias pasadas de sí mismo en forma positiva, a pesar de los errores que se hayan cometido en el transcurso de la vida.
En algunos adultos mayores las funciones cognitivas pueden disminuir, mientras que aquellos que realizan actividades intelectuales estimulantes pueden mantenerse mentalmente alertas.
Disminución progresiva de la actividad del sistema nervioso. Se presenta una reducción gradual en la capacidad sensitiva y perceptiva en general y un evidente descenso de la capacidad de procesamiento de información y en consecuencia del tiempo de reacción a los estímulos.
Posibilidad de disminución de la capacidad de memoria (las fallas en la memoria reciente son más frecuentes que las fallas en la memoria remota). Algunos adultos mayores podrían sufrir  trastornos específicos de la memoria.
Los adultos mayores establecen más apego con sus familiares e igualmente pueden solicitarles mayor expresión de afecto hacia ellos.
También pueden demostrar interés por transmitir el conocimiento acumulado, el juicio maduro y las experiencias propias a las futuras generaciones.
Aspectos Sociales del Adulto Mayor

El principal sistema de apoyo social para el adulto mayor lo constituyen la familia, los amigos, los ex-compañeros de trabajo y los copartícipes en actividades recreativas y religiosas.
Cumplimiento de roles familiares (principalmente el de abuelos).
Mantener la carrera o trabajo hasta alcanzar la jubilación.
Adaptarse a la jubilación y a los cambios que esto implica (menor ingreso, mayor tiempo libre, etcétera).
Las reacciones de las personas al abandono del mundo del trabajo remunerado difieren dependiendo de su condición financiera y de sus sentimientos hacia el trabajo. Por otra parte, algunos adultos mayores pueden tener la voluntad para seguir trabajando mientras su condición física se lo permita.
Los adultos mayores comienzan a afrontar  la idea de la propia muerte.
Los significados personal y cultural de la muerte influyen de manera importante en el hecho de que las personas muestren miedo o preocupación con los pensamientos acerca de éste evento.
Adaptarse a la posibilidad de la muerte del conyugue.
Algunos adultos mayores podrían estar enfrentando un gran estrés por la muerte de un descendiente, como por ejemplo, un hijo o un nieto.
Necesidad de interacción social que se satisface mediante una afiliación explícita con el grupo de edad afín.
Asumir las funciones sociales y cívicas de manera más pausada.
Establecer rutinas, planes y estilo de vida satisfactorios (adaptados a las necesidades físicas, psicológicas y sociales del adulto mayor).
Bibliografía
www.medicinapsicologica.blogspot.com
Craig, Grace (2009). Desarrollo Psicológico. Nueva York: Editorial Prentice-Hall.
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